Encontré unos manuscritos de cuando aspiraba a poeta. Antes de que entendiera que el simple hecho de existir es poesía. Algunos textos son míos, los mejores son de mi amigo. Los escritos han pasado la prueba del tiempo. Hoy me parecen mejores que nunca.
PASTEL DE ALACRANES
No sé si fue la magia de aquella
ronda de cervezas
o esa predestinación de orden carajo
que hormigueaba en la sangre
porque en la espalda de los imbéciles
había escupitajos de la borrachera anterior
Todo estaba bien
y funcionaba de maravilla
las orejas aturdidas en el dialogo
la delicadeza zurcida en la tráquea de los oradores
funesta risa de espantapájaros
arrancada a mordiscos celestiales
Este poema es una abyección
alimentada con incoherencias
gracia consuetudinaria atrapada en melancolías
Los hemisferios cerebrales se iluminan de tinta
vamos caminando por la vida
para encontrar la belleza perdida en la bestialidad
Felizmente oxigenados en la angustia matutina
todo parece un sueño, una realidad bloqueada
entre la congoja y el miedo
Somos trogloditas de la informática
bailando en el cosmos
somos los hijos del sol
ubicados en la infraestructura monetaria
rodando por caminos eternos
con la razón ebria
calcinando el abecedario del mundo
desgarrando abstractas comunicaciones
para rescatar amores olvidados.
Héctor Enrique
Wednesday, May 21, 2003
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