Los blasfemos.
No encuentro nada de extraordinario en las blasfemias. Lo que sí se establece en la irreverencia es una falta de originalidad y una inclinación a las modas. Especialmente a las de tipo Hollywood. Quizás estemos en una época en la que la impudicia es una corporación. El descaro una marca de fábrica.
Tuesday, April 08, 2003
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